- ¿Cómo la has notado esta mañana?
- Parecía cansada, ha debido pasar una mala noche.
Víctor pide algo de pescado para comer al camarero, su mujer pide ensalada para acompañar.
- No sé si ha sido una buena idea haber dejado que se quedase en casa…
- Lo que me pregunto es si Bruno ya tenía pensado volver.
- Supongo que sí… pero ella no sabía nada, claro.
- Pero lo sospechaba. Ha sido tonta al confiar tanto en él. Todos los hombres sois iguales.
- No todos, cariño.
Ella sonríe levemente. Él le acaricia la mano por encima de la mesa.
- A veces noto que se siente muy sola. Nosotros no acabamos de hacerla sentir como nuestra hija, falta algo, un matiz.
- Claro que sí, pero no es culpa nuestra. Ella es demasiado mayor como para “cambiar” de padres; estoy seguro de que para ella nunca habrá otros.
- ¿Estaremos haciéndolo bien?
- Por supuesto, cariño; de lo que podemos estar más orgullosos es de haberla ayudado cuando más lo necesitaba.
1 comentario:
que bonit, jo
Publicar un comentario