Pierdo el tiempo.

"Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos"

Lovers

jueves, 22 de septiembre de 2011





Desordenas. Llegas y das un manotazo de esos que mandan por los aires al mundo, al tiempo y a todo lo que pueda tener pies y cabeza y te quedas tan tranquilo, con esa sonrisa hecha de ternura, de querer comerte. Llegas y me das un beso y qué importan los días esperando, ya no hay mirar atrás y contar, ya no hay mirar hacia delante y morderse las uñas. Y bombardeas en mis ojos desde los tuyos, sin piedad, bombas de qué: de “gracias por todo”, de “tranquila, ya estoy aquí”, de  “qué importan los demás”. Llegas, desordenas y sin embargo haces ver todo más claro - quizá es esa primavera que traes siempre bajo el brazo- y, ¿sabes? Hoy, lo único que quiero que sepas es que estoy aquí, y que lo voy a estar siempre, y no hablo ni de un mes, ni de un año, hablo de poder seguir paseando contigo rodeándome los hombros con tu brazo –aunque a veces te diga que eres un pesado-; de seguir haciéndote cosquillas y poder verte reír como un niño de ocho años; de sentarnos en ese banco que se veía desde la ventana –o ese otro al lado del mar, o cualquier otro que te guste- y escuchar música mientras te paso la mano por el pelo o simplemente ver a la gente pasar; y de poder despertarme y verte durmiendo, a saber en qué posición, y que refunfuñes cuando intente despertarte; y de apoyar la cabeza en tu hombro en el bus – o en el metro o en lo que quiera que vayamos-; y de que me acerques a ti y me des un beso dulce en el momento menos pensado y de que... de que sigas llegando y de que sigas formando este desorden que huele como a ti.

2 comentarios:

Esther dijo...

Qué dulzura...

Desi. dijo...

''Lloro. Mierda.'' (Al menos, esto era Desi ayer por la noche, cuando te leía y escuchaba a Yann por detrás)