Pierdo el tiempo.

"Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con los cerezos"

Lovers

Mostrando entradas con la etiqueta confesiones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta confesiones. Mostrar todas las entradas

sábado, 2 de julio de 2011


Quiero hablar de ti. Hoy. Y que se me llene la boca con tu nombre, que se le caigan, se le resbalen las letras una a una y las saboree como saboreo, saboreé y saborearé (en un futuro infinito) las excursiones a tu cuerpo y a los recuerdos, al cajoncito que guarda tus pestañeos, esos que forman huracanes cuando te marchas y traen paraísos cuando vuelves. Es hoy y mañana y pasado y el mes que viene y el año próximo cuando quiero hablar de ti y que me quede sin palabras, tan muda como cuando escucho esa percusión que se toca en la sala de tu tórax, en ese corazón que se deja ver cuando me saluda a través de tus ojos. Esos ojos hoy y mañana y pasado. Esos ojos que abren puertas y envían esperanzas por correo certificado, esos en los que me ahogo en mares que cambian de color según la luz que los bañe y que traen náufragos a mis islas, náufragos que se quedan, que quieren quedarse y que ya son más de mis islas que de tus tierras. Quiero hablar de ti y que la luna me cuente tus secretos, esos que quieres esconder con risitas hechas de confianza, con susurros que cambian de tema como tú cambias de aires, dentro siempre de esa colección primavera-verano en la que sólo hay sol y nunca nubes, salvo en excepciones, excepciones que casi siempre hacen correr corrientes de agua por el caminito que se forma en las mejillas y que hacen desaparecer a tus tempestades para traer una mano que recoge los desperdicios, una sonrisa que inaugura de nuevo el principio de la temporada. Quiero hablar de ti y de mí supongo que también un poco; de lo bonito que suenan tus respiraciones cuando estás acostado a mí lado, de que ya he compuesto óperas con tus suspiros. Quiero hablar de ti pero primero te quiero como hasta ahora y como hasta más adelante. Quiero tus mañanas, tus tardes y tus noches y esa manía de reírte cuando yo me río y esa otra de enfadarte cuando no hablo mientras me cuentas algo que te entusiasma y esa que no soporta mis berrinches y me dice lo fea que estoy cuando no sonrío y lo espléndida que luzco cuando lo hago, que se enciende una luz que no sabes que tú y sólo tú has encendido y que estará ahí, inevitablemente, sólo y siempre para ti. Quiero hablar de ti pero no quiero hacer poesía ni canciones, quiero escribir las pirámides con tus “buenos días” y tus “buenas noches” y las arenitas de todos los desiertos con letras que con tu voz digan “te quiero”, “te quiero” en silencio y dicho con miradas, con caricias que provocan escalofríos de ganar de volar, de cogerte la mano y llevarte muy lejos donde sólo estemos tú, yo y otra vez tú, y quiero ver las estrellas desde allí y luego pedirte una y que me traigas un universo entero, decoradas además con noches de cosas prohibidas, que reflejan lo grande, lo inmenso, lo inimaginable que eres. Quiero hablar de ti y que, como ahora, tenga tu imagen clavada en las pupilas, en forma de recuerdos y recuerdos que están por hacer. Hoy y mañana y pasado quiero dejarte claro que te quiero en pasado, en presente y en infinito.



domingo, 26 de junio de 2011






Bueno, no sé si lo sabes pero no sólo añoraba tu nombre, decirlo y que te giraras con esa sonrisa sincera que me haría caer muerta. Añoraba a tus ojos oscuros, que parecía que me leían el pensamiento - y eso que al principio me había sentido molesta cuando me miraban, como si estuviese desnuda delante de la prensa-, la forma en que la luz bailaba en ellos, lo profundos que se volvían cuando tocaba un tema serio, cómo se llenaban de recuerdos, de lluvia, de helados, de escapadas. Añoraba a tus manos, un tanto ásperas, a saber de qué, y lo frías que parecían incluso en verano, añoraba cómo me tocaban y cómo me aferraban al pasear por la ciudad. Añoraba a tus brazos y a tu pecho, que me parecían el lugar magnífico donde encontrar cariño y refugiarme. Añoraba el cómo dabas los abrazos, estrechándome contra ti y hundiendo la cara en mi pelo para luego decirme que olía como a fruta y darme un beso, de esos que cambian de fresa a limón y conozco en todos los formatos.





martes, 14 de junio de 2011




¿Y cuánto falta? ¿Cuánto podrás soportarme? ¿Cuántos días me escucharás hablar? ¿Cuántas discusiones tendremos? ¿Cuántas veces me llevarás a Disney Land? ¿Cuántas fotos sacaremos con mi súper cámara? ¿Cuántos días iremos a la playa? ¿Cuántos al cine? ¿Cuántas veces nos quedaremos en el sofá? ¿Cuántos platos me prepararás? ¿Cuántos masajes tendré que darte? ¿Cuántas veces te veré a los ojos? ¿Cuánto tiempo tendré la impresión de que no eres más que un sueño? ¿Cuántos días te besaré? ¿Cuántas veces nos quedaremos en la cama durante toda la mañana? ¿Cuántas veces nos iremos de restaurante y podré verte en frente de mí con esa sonrisa que aparece como por arte de magia? ¿Cuánto tiempo? ¿Cuántos recuerdos tendremos, cuántos haremos? ¿Cuántos cumpleaños faltan por felicitarte? ¿Y cuántas navidades, nocheviejas? ¿Cuántas estrellas veremos juntos? ¿Cuántos soles, cuántes lunas y nubes, veranos, primaveras, inviernos con tu calor, con tus brazos? ¿Cuántas noches y cuántos días y cuántas mañanas? ¿Cuántas lágrimas y risas? ¿Cuánto de ti, de mi, de los dos, juntos, enfadados, enamorados? 



miércoles, 1 de junio de 2011







Y dime, ¿cómo lo has hecho? ¿Cuánto eres? ¿Cuántos sueños? ¿Cuántas noches? ¿Cuántos susurros? ¿Cuántas sonrisas? ¿Cuántas esperanzas? ¿Cuántas metas? ¿Cuántas promesas? ¿Cuántas ganas de llorar? ¿Cuántas de abrazarte? 





jueves, 7 de abril de 2011





Prométeme que te quedas, que me aguantas, que me apartas el pelo y me sonríes desde el otro lado de la mesa y me hablas con los ojos y luego ríes y me dejas perderme en tu risa.







viernes, 25 de marzo de 2011

Somewhere





A mí me gusta cuando dices mi nombre y roza con tus labios, me gusta cuando lo repites como para ti mismo, me gusta cuando le das ese tono imposible, me gusta cuando saboreas las letras y luego te las devoras, me gusta cuando susurras, cuando lo acaricias. 







martes, 8 de marzo de 2011

TIMMING IS CRUCIAL

[...]¿Sabes? Hoy está lloviendo y cuando salí a comprar unas cosas al súper me encontré tu paraguas en el paragüero de la entrada y me vi obligada a cogerlo. Me sentí bien, aunque extrañando tu brazo a mi alrededor y mojarme por los lados por TU culpa.

viernes, 18 de febrero de 2011

Falas e falas..

[...]Que me vas a dicir ti, claro que é diferente, diferente de todo o que podas atopar, de todo o que puideches haber coñecido nunca. Que me vas dicir ti se falas de paisaxes bonitas sen miralo antes, de nova cociña sen saber que el é o mellor aperitivo. 

martes, 26 de octubre de 2010

Confesiones


  ¿Qué estarás haciendo ahora? ¿Has pensado en mí una millonésima parte de lo que yo he pensado en ti? ¿Tus ojos siguen reflejando lo que siente tu corazón o han cambiado? ¿Tus manos siguen teniendo el mismo tacto, sigues dando las mismas caricias, siguen siendo tiernas y blanditas? ¿Se ha esfumado el olor dulce que dejabas al pasar, con el que me emborrachaba siempre que podía? ¿Y tu sonrisa, se dibuja igual de mágica, de sincera? ¿Qué ha sido de tu pelo, todavía huele de esa forma encantadora? ¿Tus labios siguen siendo fieles a las muecas inexplicablemente expresivas? ¿Tus uñas conservan ese tono rosado? ¿Tus brazos aún están llenos de lunares, como si hubiese llovido en ellos? ¿Sigues moviéndote de esa forma escurridiza? ¡Ah! ¿Y tu voz, qué ha sido de ella, mantiene el toque infantil pero a la vez sabio?
  Quisiera que estuvieras aquí, mirándome de esa forma tan especial, que te enfadaras de esa manera encantadora y me riñeses, que incluso regañándome eras perfecta… qué digo, siempre lo eras.
  ¿Y cómo? ¿Cómo he permitido que tuvieras que faltarme para darme cuenta de tantas cosas? Cosas como que se veían a leguas… como lo que sigues sintiendo por él.
  Es difícil pero es así, te has ido y no hay más que hablar. Me has dejado aquí con todo lo que hemos vivido, todas las promesas, los sueños, los te quieroy aunque parezca un reproche, no tengo ningún tipo de rencor es sólo que… confié hasta el último segundo en que te quedaras.