Y ahí estábamos los dos, como dos idiotas,
haciéndonos los fuertes cuando yo sentía que todo se iba contigo. Un paso y ya
no estabas, y ya no estaba tampoco más de la mitad de mí (ni tampoco tu
sonrisa, ni tus ojos, ni tu olor). Ahí estábamos, como dos idiotas, yo que no
era capaz de articular una palabra, y tú
que intentabas una sonrisa (y de paso sacarme una a mí), y de banda sonora tus
ojos que me gritaban que te retuviese, que hiciese algo (¡y cómo me gustaría
poder haberlo hecho!), y esa voz que me susurraba palabras de aliento. Unos
pasos y volvías a ser parte del sueño, adiós a nuestra realidad, adiós a ese
lugar entre tus brazos en el que me gustaba acomodarme, y a tu beso por las
mañanas, y a esa primera sonrisa que llenaba la habitación de luz. Ahí
estábamos, los dos, jugando a ser fuertes cuando no teníamos ni idea de lo que
eso era, ¡qué irónico!
3 comentarios:
Ya no escribes mas?
Tienes twitter?es genial lo que escribes
Tengo twitter pero personal. Ando algo ocupada y dejo esto muy a su bola... y me arrepiento, intentaré escribir más y replantearme lo del twitter que a lo mejor es una buena idea :) ¡y gracias!
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